piensas que puedes comer de todo pero lo único que hay que hacer es introducir tus dos pequeños dedos para que todo vuelva a salir por donde ha entrado. Te acercas al baño con las piernas temblorosas y los ojos llenos de lágrimas, muy despacio te arrodillas frente a tu peor pesadilla y sin que te lo puedas pensar un minuto, tu estómago queda tan vacío que empieza a dolerte intensamente. Vas corriendo a la cama y te echas a llorar acurrucada por el fuerte dolor, no te puedes creer lo que acabas de hacer, pero lo peor de todo es que no te crees como tu vida a podido cambiar tanto en tan poco tiempo. Ya nada merece la pena..

No hay comentarios:
Publicar un comentario